Cartas de Despedida para Amigas y Amigos (Frases)

Amiga:

Te escribo esta carta porque decirte adiós es muy difícil y sé que no podría decirte todo lo que siento en persona. Ahora que te vas me consuela saber que tenemos tantos buenos momentos en común. Sé que la distancia no un factor ideal, pero no quiere decir que por eso nuestra amistad vaya a morir.

Recuerda que, aunque no estemos cerca, siempre estoy contigo. Me duele que te vayas porque ya no vamos a tener tanto tiempo para compartir y, al mismo tiempo, me siento tan feliz porque sé que esto es lo que quieres hacer. Hemos sigo amigas por tanto tiempo y hemos superado situaciones que parecían insuperables, entonces, estoy segura de que la distancia sólo será una forma de fortalecer esta relación.

Antes de que te vayas quiero agradecerte por haberme brindado una amistad incondicional. Gracias por escucharme, apoyarme y detenerme cuando estaba a punto de equivocarme. Qué ironía que tengas que irte para darme cuenta de todas las cosas buenas que tenía nuestra amistad.

Qué difícil es decirte adiós, amiga. Sé que no es lo mismo, pero me alegra que estemos a solo un mensaje o una llamada de distancia. Sólo te pido que no permitas que la distancia te haga creer que no puedes llamarme cada que quieras. Como te dije la distancia no tiene por qué cambiar nuestra amistad, no dejes que te haga olvidar que siempre voy a estar para ti.

Te quiero, amiga.

Querida amiga:

¡Por fin llegó el día! Aunque durante varios meses he sabido que te vas, nunca pensé que sería tan difícil decirte adiós. Estoy muy feliz de que vayas a otro país y persigas tus sueños, pero al mismo tiempo, me da tristeza saber que estaremos lejos. Lejos, pero no alejadas. Sé que habrá muchos kilómetros de distancia entre nosotras, pero eso no quiere decir que dejaremos de ser amigas.

Me emociona mucho esta nueva experiencia tuya. Conociéndote, sé que estás un poco nerviosa por tanto cambio, pero tranquila, tú puedes manejarlo. Siempre dijimos que nos gustaría conocer un nuevo país juntas y, ahora que te mudas, tendremos la oportunidad de hacerlo.

Sé que voy a extrañarte cada día y, al principio, será difícil adaptarme al hecho de que no estás cerca. Hemos sido amigas durante tanto tiempo que, poco a poco, te convertiste en una persona muy especial en mi vida. Gracias por todos los momentos que compartimos, por todas las risas, las aventuras, las pláticas, los consejos y los regaños.

¡Gracias por esta amistad única! Ahora que estés en otro país, nuestra relación tendrá que adaptarse. Y aunque sé que harás nuevos amigos, no quiero que olvides que estoy aquí para escucharte y ayudarte en lo que pueda. ¡A disfrutar la nueva experiencia!

Te quiero, amiga.

Mi querido amigo:

Recién acabo de enterarme que tomaste un trabajo en otro lugar. ¡Felicidades! Me da gusto que tomes esta oportunidad que impulsará tu carrera. Te escribo esta carta no sólo para felicitarte por el nuevo reto, sino para agradecerte por esta amistad que creció a lo largo de los años.

Yo era una de esas personas que creían que no se podían hacer buenos amigos en el trabajo. Tú me demostraste lo contrario. Te agradezco por todo el apoyo que me brindaste a lo largo de los años. Gracias por tomarte le tiempo de enseñarme nuevas cosas del trabajo y por los consejos que me diste.

Es increíble la forma en que nuestra amistad pudo crecer fuera del trabajo. Me gustaría que supieras que eres una persona muy especial: eres muy amable y paciente con otras personas y siempre te preocupas más por ellos que por ti. Eres un amigo incondicional y sé que te va a ir muy bien en este nuevo trabajo.

Aunque no nos veamos en la oficina, espero que podamos salir de vez en cuando para ponernos al día. Como te dije, creo que nuestra amistad creció más allá de estas paredes y me gustaría seguir en contacto contigo. Ya me contarás cómo te va en tu nuevo puesto. ¡Éxito!

Tu amigo

Querido amigo:

Te escribo esta carta porque ya no estás aquí para escuchar lo que quiero decirte y yo necesito sacar todos estos sentimientos. No puedo creer que ya no vaya a verte otra vez. Ojalá alguien me hubiera dicho que nuestra salida la semana pasada sería la última vez que estaría contigo. Me siento enojado y triste por no haber valorado del todo nuestra amistad cuando estabas vivo. Sí, sabía que eras especial para mí, pero nunca te lo dije ni te lo demostré lo suficiente. Supongo que no estamos acostumbrados a pensar que un día las personas que más queremos ya no estarán aquí.

Si pudiera, me gustaría estar cinco minutos más contigo. Me gustaría abrazarte por última vez y agradecerte por la amistad que tuvimos. Me gustaría escucharte decir que todo estará bien, tal y como me decías siempre que algo me alteraba. Veo toda la gente que está en tu funeral y todos hablan de los buenos momentos que pasaron contigo. Aunque no quiera, muchas historias me hacen reír. Ya no estás y de alguna manera te las arreglas para hacernos sentir mejor.

Todas estas personas, al igual que yo, tuvieron la fortuna de formar parte de tu vida y escuchándolas me doy cuenta de que todos te quisimos mucho y que tú fuiste un excelente amigo, hermano e hijo para todos ellos. Gracias por haber estado ahí para nosotros y por habernos escuchado cuando lo necesitábamos. Hoy te vas y dejas un vacío que no sé cómo podré llenar, pero me dejas muchos recuerdos y muchas risas.

Hasta pronto, amigo.